MOTÖRHEAD: "ORGASMATRON" 1986

No hay tiempo para lloros ni lamentaciones, han pasado 365 días desde que Ian Fraser "Lemmy" Kilmster se marchase botella de Jack en mano y su bajo en la otra a rockear al otro lado. Para nosotros sigue y seguirá estando tan cercano como lo estuvo siempre, el rockero juerguista impertérrito, celebrando que cumple 71 un año después de que haya pegado el portazo final. Cualquier disco es bueno para recordar su figurón, nosotros hemos decidido rendirle homenaje con "Orgasmatron".


La cosa es que Lemmy tenía gana de marcha en el 86 y no era para menos. Llevaban los Motörhead embarrancados sin material nuevo desde "Another Perfect Day" publicado tres años antes. La cosa había terminado muy mal con Robbo Robertson y con el sello "Bronze", con el cual la banda todavía publicaría "No Remorse", disco recopilatorio que incluía cuatro temas nuevos que presentaban a los nuevos forajidos de Kilmster, entre las nuevas canciones se incluía el "Masterpiece" "Kill By Death". Todo esto ocurría durante un año 84 que parecía no tener fin para Lemmy.

Pero no fue hasta comienzos del 86 cuando por fín pudimos ver a  "Snaggletooth" encadenado a una locomotora apunto de descarrilarse y de disfrutar de material nuevo con tres años de retraso, lo que en aquella época era decir mucho.

Las canciones como no podía ser de otra manera van a lo bestia desde "Dead Forever". Vamos a tener plasmado en nueve canciones y treinta y cinco minutos posiblemente a los Motörhead más heavies de la década, por supuesto que Würzel y Phil Campbell son bastante culpables de eso.

 La ínclita "Orgasmatron" desgarra como un puñal en la píel. La voz de Lemmy cien por cien alquitranada masca el sonido de su propio bajo, que casi es tan aplastante como las guitarras.


Hemos empezado por el final, pero el Heavy Metal que en el 86 quería perderse entre teclados como el agua del water al tirar de la cadena, comienza con "Deaf Forever", un Must-Die que los fans hemos amado siempre, con un rítmo sofocante y pesado, logrado en parte por la batería de un Pete Gill que venía de escribir grandes páginas metálicas con Saxon. El estribillo es poderoso, y el final apoteósico.

Los Motörhead del "Overkill" o el "Ace Of Spades" regresan de entre sus muertos en "Nothing Up My Sleeve", una orgiastica gang-bang del descacharrante sonido madre que la banda había forjado a base de Rock insano y Punk Rock desde los primeros días de la "NWOBHM".

El Rock And Roll tan desvocado como la portada del disco seguía en la fenomenal "Ain´t My Crime", con un estribillo de alto voltaje, de esos que matan, y que Lemmy se sacaba con tanta facilidad como le daba al Speed o al Jack Cola.

"Clow" era todo un "Metropolis" y "Mean Machine" otra burrada speed metalera de esas que ponían burros a tipos como Lars Ulrich. De verdad que sigo sin entender la manía que el gran Lemmy le tenía a este disco, cosas de las mezclas del productor y del ingeniero de sonido, que bueno, son dos cosas como para tomarse muy en serio. De todas formas sigo pensando que "Orgasmatron" suena de miedo treinta años después.

Otro temazo top total es "Built For Speed": "I Was born to RNR, Everithing i need, I was born with the Hammer Down, I was built for Speed!!! Joder, que puta grandeza!!

"Ridin´ With The Driver" es otra bestialidad parda que te deja nuevamente sin resuello y "Doctor Rock" otra bala salida del cinturón de Lemmy a base de furibundo Rock & Roll, esas palabras que matan, y por las que ha vivido Ian Fraser Lemmy Kilmster. 

El Hijo de Ron Keel



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