Dos de los tipos de la foto ya no están con nosotros, desgraciadamente no volveremos a disfrutar ni de Phil ni de Lemmy ¿O si? Seguramente, ya que su legado seguirá dando vueltas en nuestros tocadiscos hasta que la electricidad diga basta.
1976/79 |
Si, definitivamente yo soy de "ON PAROLE"...
Esto que me ocurre es como en el fútbol; no sabemos cual es la razón de porqué somos de uno u otro equipo, y nos volvemos acérrimos seguidores, forofos e incondicionales hasta la médula que defendemos a capa y espada nuestros colores por encima de nuestros cadáveres.
Pues bien, trasladándolo al mundo del Rock And Roll y simplificándolo al de los Motorhead yo soy de "ON PAROLE" a muerte, porque no hay disco más auténtico en medio mundo, porque era honesto desde la cuna y lo ningunearon de mala manera hasta que la Diosa fortuna quiso que Motorhead se convirtiese en un referente del mundo-mundial dentro del Punk Rock que finalizaba y el Heavy Metal de la "NWOBHM" que estaba apunto de caramelo. Entonces si, los hijos de puta de las discográficas decidieron que la primera grabación de Lemmy con dos tipos que ya no estaban merecía una oportunidad. Hay que joderse...
El disco empieza con un arranque de motor de coche que viene a decirnos que la máquina de meter ruido solo la pararía el demonio el día que picó en la puerta de Mr Kilmster. "Motorhead" es un clásico robado por Lemmy a su anterior banda, los comedores de tripis y anfetas Hawkwind. A los tíos de esa formación Lemmy les dio por el culo bien; primero les robó sus instrumentos y luego a sus mujeres ¿O fue al revés? Bueno, el caso es que eso dice la leyenda, y como las leyendas de Lemmy molan pues la creemos.
El tema que titula el disco es un Rock and Roll compuesto por Wallis (Larry Wallis, guitarrista de la banda en el disco) que no pasará a la historia pero que para mí es un temazo fundamental, de mis preferidos de la banda. Un homenaje de tres acordes al primer rock and roll antes de que los Punks dijesen que el invento americano tenía que ser rescatado por las crestas y los putos imperdibles.
Hablando de Punk Rock...
¿Y que cojones es "Vibrator? Pues eso mismo, un tema Punk Rockero de Wallis y un colega suyo que canta el propio Wallis y que cuando finaliza uno entiende porqué Johnny y Joe Ramone se pusieron de acuerdo por una puta vez en sus vidas amando a una banda como Motorhead. Se hace raro escuchar una voz que no sea la de Lemmy en su propia banda, pero el timbre agudo de Wallis le da un plus de originalidad al tema que a día de hoy sigue siendo una rareza para muchos; para mí es un jodido temazo.
Luego cae "Iron Horse/Born to Lose" que es como beberse un pacharán; no es lo más cool del mundo pero entona que da gusto con su marchamo de Rithm & Blues cascado y pendenciero.
Tras la floja "City Kids" llegan otros dos temas rockanroleros: "The Watcher" es un esbozo esquelético de lo que escucharemos en "Overkill" o "Bomber" cuando la banda ya tenga definido el sonido infernal que les caracterizaría y la voz de Lemmy suene como el trueno de Burbon y alquitran que le conocimos.
"Leaving Here" es un cover de un tema "Motawn" de la década anterior a la salida de "On Parole" y que conocía por los garajeros Rationals entre otras bandas sixties que han grabado el tema y suena de puta madre en brazos de Lemmy y sus primeros colegas de correrías.
"Leaving Here" es un cover de un tema "Motawn" de la década anterior a la salida de "On Parole" y que conocía por los garajeros Rationals entre otras bandas sixties que han grabado el tema y suena de puta madre en brazos de Lemmy y sus primeros colegas de correrías.
Unos Motorhead casi desconocidos por su sonido finalizan esta vibrante primera e inédita entrega hasta el 79 con otras dos rockanroleradas, "Lost Johnny" y "Fools", esta última suena a Alice Cooper Group que tira de espaldas, hasta la voz de Wallis parece la de Furnier.
"On Parole", un disco excitante; ok, no es el mejor del mundo pero es mi puto disco de Motorhead, y aunque salió en cuarto lugar fue el pionero en el maravilloso y descacharrante mundo sonoro de Lemmy Kilmster y su banda.
General Custer...RIDES AGAIN
1979 |
Las canciones del álbum si que no son cosa de risa camaradas del Heavy Rock And Roll...
La descarga que alborota y de que manera con sus guitarras saturadas, su atronador bajo y su puñetera batería en "Overkill" (tema) nos dejan claro que Lemmy, Animal Taylor y Fast Eddie no van a pasearse como nenazas por la pasarela del Rock. Van a por todas y con ese "Overkill" ya lanzan su primer misil-Himno explosivo.
El impacto que provoca deja secuelas inmediatas, la primera se llama "Stay Clean" y es otro de los primeros himnos de la banda. Está claro que Motorhead quieren debutar con el sello "Bronze" a toda hostia, grabando temazos tan cojonudos como "(I Wont) Pay Your Price" o "I´ll Be Your Sister" .
"Capricorn" es otro de los favoritos de los fans de Lemmy y cia. No me extraña la verdad, el tema tiene ese poder que los Power trios ofrecian en los primeros 70 y ellos toman buena nota. Es un corte denso, con una atmósfera axfisiante y un estribillo sencillamente genial. El que siga pensando que Motorhead son una panda de garrulos que no tienen ni puta idea de tocar o que no saben lo que son las melodías que se escuchen el trabajo de Eddie en todo el tema.
"No Class" es mi favorito del album, pedazo de himno Heavy Rockero, maravilloso y reconocible riff de guitarra, super estribillo, ritmo machacón y contagioso...joder, "Overkill" es un puñetero discarral chavales.
¿Más temas trepidantes??? Of course...estás dentro de un disco de Motorhead nene, otra cosa es imposible así que "Damage Case" sencillamente te aplasta como si fueses una puta mosca...¿Algo más? ¿"Tear Ya Down" te parece poca cosa? Imagino que no...
Otro corte de Rock afilado y pesado justo cuando la "NWOBHM" estaba lista para el asalto.
Y ahora si, el otro gran tema de "Overkill" para un servidor, "Metropolis"; un aguerrido himno de Heavy Rock más ácido que el carajo. No tenían falta Motorhead de pisar el acelerador a tope ni darle hostias al doble bombo como locos para grabar temas intensos, este tema a media velocidad lo demuestra con creces.
El final del disco corresponde a "Limb From Limb", un Rock And Roll lobomotizado por metal primerizo que convierte en más verdad que nunca el dicho ese de Lemmy "SAFE SEX, SAFE MUSIC, SAFE CLOTHING, SAFE HAIR SPRAY, SAFE OZONE LAYER. TOO LATE¡¡¡
El Hijo de Ron Keel
1979 |
Lo que vino después
de ese auténtico puñetazo en la mesa que supuso “Overkill”, un
artefacto que combinaba, a la perfección, rock’n’roll clásico,
acuciante heavy metal, y la furia más desgarrada del mejor punk. Un
disco que sorprendió a propios y extraños, y que situó a Motorhead
un escalón por encima, y sentó las bases de lo que sería su sonido
clásico, áspero, duro, y no apto para oídos sensibles. Estábamos
en mitad de ese gran movimiento que fue la NWOBHM, pero éso no iba
con estos tipos, que iban a lo suyo. Muchas las bandas de ese
movimiento le deben mucho al sonido de Lemmy y Cía, e incluso bandas
muy posteriores (a qué sí, Hetfield ¿??).
“Bomber” es la
continuación lógica en esa línea. El segundo gran disco del
line-up clásico de la banda: Lemmy, Eddie “Fast” Clarke, y
Philthy “Animal” Taylor. Un disco que se abre con toda una
declaración de intenciones: “Dead Men Tell No Tales”. Los
muertos no hablan. Si pudieran hacerlo, serían todos fans de
Motorhead. Uno de los temas básicos de la discografía de los
británicos, con Eddie Fast metiendo rítmicas a toda castaña, y
aunque, en su mayor parte, parco y tacaño en solos, muy eficaz.
Es un disco furioso
a ratos: la mencionada “Dead Men…”; el tema que da título al
disco, heredero de la mejor tradición punk; “Sharpshooter”,
“Poison”… pero también con temas que bajan el nivel de
velocidad, para aumentar el de amenaza: “Sweet Revenge” es una
buena muestra de ello, con un Lemmy recitando lo mal que lo vas a
pasar si te lo cruzas, mientras un ritmo lento, machacón y pesado,
deslabazado a veces, le respalda en su amenaza.
Concesiones a
tempos más clásicos, como “All The Aces”, “Talking Head”, o
“Step Down”, un tema curioso y absolutamente atípico en la
discografía de Motorhead: el único en el que no canta Lemmy, que
cede esa labor a Eddie Fast. Ni que decir tiene que, con todo lo mal
que pudiera cantar Lemmy, le preferimos mucho antes que a Eddie.
Horrible. Da igual… ésto es Motorhead ¡!!! No hemos venido a la
ópera.
Quisiera hacer
mención aparte a esa monstruosidad de ¿canción? que es “Stone
Dead Forever”. Una trituradora. Hablando con la gente de este
tema, siempre saco la misma similitud: es la sensación más cercana
a estar dentro de la turbina de un avión que vas a experimentar
nunca. Supongo que el título del disco, “Bomber”, tiene mucho
que ver con esta salvajada. La parte final del tema, que sube las
rítmicas a niveles de audio insoportables, y con Eddie Fast
dejándome mal, mientras se marca un solo simple, pero salvaje, al
límite del paroxismo guitarrero, es un auténtico monumento al heavy
metal. Si, algunos se molestan con la definición de Motorhead como
grupo heavy, pero a ver quién es el guapo que se atreve a discutirlo
después de haber oído esta monstruosidad.
Creo que ya no
cabría ninguna duda al situar a estos tres forajidos, desde la
salida de este disco, en la cúspide de hard rock británico. Eso sí,
con su propio estilo y su propia manera de hacer las cosas. Aquella
que los situó como una banda realmente peligrosa, y seguramente en
ese momento, la más ruidosa del planeta.
Es lo que tiene
pilotar bombarderos.
Ritchie Moreno
Después de "Bomber" la banda publicaría "Ace of Spades" y "Iron Fist"; de ambos discos nos ocuparemos a lo largo del 2016, antes detengámonos en lo acontecido en el Hammersmith londinense (aunque la mayor parte de lo registrado fue en un concierto en Leeds), donde Motorhead sembraron un kaos sonoro sin parangón.
1981 |
El Infierno en la
tierra. Todavía me pregunto cómo es posible que este disco llegara
a ser número 1 en las recatadas listas británicas de principios de
los 80. Cómo es posible que estos temas, que ya de por sí en
estudio eran rudos, sucios y, si me apuráis, hasta mal grabados, y
que en este disco ya rozan el nivel de lo inaudible, batiera en esas
listas a cosas como UB40, Toyah Wilcox, o demás moñas de la época.
Pues sí, amigos.
Lo hicieron… y de qué manera. De una manera incontestable y
furiosa. Uno de los discos de rock en directo más honestos que te
puedas echar en cara. No me puedo imaginar la agresión sónica que
pudieron sufrir los que acudieran a la grabación de semejante
monstruo.
Aunque su título
menciona el mítico Hammersmith Odeon de Londres, lo cierto es que
los temas que componen este trabajo están grabados, en su mayoría,
en la minera y rocosa Newcastle, con alguna concesión a Leeds,
durante el mes de Marzo de 1981. No quedaba lejos la salida de
“Bomber” y de su más reciente “Ace Of Spades”, y de estos
discos, además del también básico “Overkill”, se nutren sus
surcos.
La salida en tromba
con “Ace Of Spades” pilla a todos por sorpresa. En el disco se
puede oir como todavía resuena la música ambiente, cuando el
atronador bajo de Lemmy enfila la recta de “Ace…” a velocidad
suicida, y con un muro de sonido impenetrable. Lo que no cubre el
bajo de Lemmy, lo cubren las rítmicas salvajes de Eddie Fast. Y con
la siguiente “Stay Clean”, no bajamos el pistón tampoco. Dos
puñetazos para empezar bien la velada.
“Metrópolis”
es un medio tiempo que nos deja tomar un poco de aire, el suficiente
para encarar “The Hammer” y su furia post-punk. Un tema que gana
en velocidad y agresión en directo. “Iron Horse/Born To Lose” y
“No Class” nos acercan a los tiempos más primigenios de la
banda, con ese deje motero y clásico.
Y entonces… el
golpeo machacón de Philthy Animal nos da la bienvenida a un
auténtico infierno: “Overkill”. El tema perfecto para joderles
la mañana a tus vecinos. Un tormenta de voltios, watios, y golpes.
Mike Tyson, con el cabreo de su vida, encima tuyo. Incontestable.
Parece que va a acabar… pero no, Philthy está ahí para
recordarles a tus vecinos que su tortura aún no ha terminado.
Cuando, por fín lo
hace, es para dar entrada a otro gancho al mentón: “(We Are) The
Road Crew”, no sin antes dejar que Eddie Fast nos destroce los
tímpanos no con su guitarra, sino con un monumental grito. Otro
tema que gana en directo muchísimo.
“Capricorn”
vuelve a ser el piadoso respiro, no exento de amenaza, con el que
enfilamos el tramo final, a toda tralla, con “Bomber”, y con el
himno que, en ese momento, era “Motorhead”.
Un disco corto ???
Quizás, pero absolutamente extenuante. De ahí su duración,
posiblemente. No obstante, para los que os quedeis con ganas de más,
existen reediciones recientes en las que incluyen “bonus tracks”
que alcanzan ya casi el doble de metraje.
Ha habido después
muchos discos en directo de Motorhead, pero para un servidor, y creo
que para muchos seguidores, este es EL DISCO EN DIRECTO de Motorhead.
Así, con mayúsculas. La mejor demostración de fuerza, en el mejor
momento de su carrera, que su formación clásica, con Lemmy, Eddie
Fast Clarke, y Philthy Animal Taylor, nos podrían ofrecer. Un disco
que vacía a los músicos y a la audiencia. Y a tus vecinos.
Y la mejor
introducción que puede haber para un novato en la materia, si es que
queda alguno en el planeta a estas alturas.
Born to Lose, Live
To Win. Motorhead For Life !!!
Ritchie Moreno
Si hay un disco reivindicable en la vasta
discografía de Motorhead es “Another perfect day”, uno de esos
trabajos que se originan en un momento de confusión y resultan algo
distintos, injustamente tratados al principio y finalmente
apreciados.
No sabemos realmente qué llevó a Lemmy a
fichar a alguien tan alejado de los cánones de Motorhead como Brian
Robertson, tan sólo decía que era el hombre adecuado en aquel
momento. Su incorporación no gustó a los fans más acérrimos y si
además añadimos el tan cacareado tema de las pintas que llevaba
Robertson en aquella época (parecía que fuera a ser copresentador
del programa de Eva Nasarre), la unión parecía condenada a un mal
final.
Sea como fuere, la entrada del que fuera
guitarrista de Thin Lizzy en el grupo inyectó una enriquecedora e
inesperada dosis de frescura y melodía.
Si nos ceñimos estrictamente a lo que importa,
el contenido musical, el característico sonido del bajo de Lemmy y
la batería de Taylor se mantuvieron, si bien ambos estaban menos
desbocados y los furiosos ritmos habituales se adaptaron a la
guitarra de Robertson con el dejé más bluesy y clásico que le
distingue. No es que faltaran temas con más revoluciones, ya que
“Shine” o “Die you bastard” se puede considerar que siguen
los patrones clásicos, pero las rítmicas y solos en ambos pulían
la mezcla y hacían desaparecer casi por completo el espíritu sucio
y punk de anteriores trabajos.
Sin duda lo que más impacta en una primera
escucha es la mencionada melodía, presente en temas tan inspirados
como “Dancing on your grave”, cuya intro de guitarra era algo no
escuchado hasta la fecha, seguía dominando el tema una vez el bajo y
la batería empezaban a marcar el ritmo, y además ofrecía dos solos
bien trabajados. Sí, era casi hard rock melódico pasado por el
tamiz Motor que añadía una variedad inusitada a la mezcla, ya que
tras éste, hay un clásico rock’n’roll como es “Rock it”,
uno de esos marca de la casa con sus arreglos de piano incluidos que
invitan a bailar a su ritmo.
Y para dejar claro que Robertson es la estrella
de la función, “I got mine” brilla por encima del resto con otra
muestra inusitada de matices melódicos y unos maravillosos solos que
nos traen a la mente los duelos de Robbo y Gorham en Thin Lizzy. Con
una canción así quedaba muy claro quien había cogido el mando del
grupo y como la historia iba a acabar de forma tan abrupta como
empezó, ya que la merecida fama de arrogante de Robertson unida a su
negativa a tocar los clásicos provocó que Lemmy se cansará, como
es lógico, y lo despidiera.
A los fans, creo que en general, nos queda un
disco que se convirtió en único, irrepetible y disfrutable en cada
escucha. ¿Un clásico menor?, más bien un clásico a secas.
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