CALIFORNIA BREED: NOVEDADES 2014

El tito Glenn nunca raramente defrauda. Siempre está ahí, al quite. Con su culo absolutamente inquieto, nos regala cada cierto tiempo discos maravillosos: en solitario, prestando su privilegiada y duradera voz a otros grupos, o montando auténticas superpotencias de bandas.

portadacaliforniabreed.hardrockmonsters2014

Algunos no nos habíamos repuesto aún del fiasco que supuso la separación de Black Country Communion, ese supergrupo que mantenía el espíritu del mejor hard-rock clásico en lo más alto. Aunque, todo hay que decirlo, ya se intuía esa separación en su último trabajo. “Afterglow” fue el canto del cisne de ese gran proyecto, y en él ya notábamos cierto hastío, como si alguno de los temas fuera ya traído de los pelos, y hecho para cumplir, simplemente. Quizá esa separación haya sido lo mejor para el grupo.

Y cuando, como digo, alguno ya empezábamos a echar de menos toda esa sabiduría rockera, Hughes anuncia otro proyecto, con su ya compinche y hermano Jason Bonham, y un joven guitarrista, semi-desconocido, Andrew Watt. California Breed se monta como un power trío a lo Cream… ¿para qué más?
Y… qué tenemos aquí ? Pues, para ser breves y directos, un disco de Hughes de buen rock clásico. 

Al bajista/vocalista se le nota ya menos encorsetado y forzado que en sus últimos trabajos con BCC, algo que confirma esa increíble, repito, increíble voz que gasta en este disco. No pasan los años por esa garganta (otra cosa es el físico… madre mía, vaya peinado que nos gasta el bueno de Glenn. Ni Llongueras en sus peores delirios). Es capaz de llegar aún a unos agudos que a más de uno, con veinte o treinta años menos, le harían saltar la laringe en pedazos. Es curioso ver a un tipo como Coverdale, que compartió escenario y canciones con este hombre, arrastrar ese hilo de voz que aún le queda de mala manera, y mientras, contemplar y escuchar a este coloso de Hughes alcanzando esas notas como si nada. Fantástico trabajo vocal.

Otro que se da un atracón, y una exhibición de paso, es Jason Bonham. Atentos al mini-solo que cierra “Midnight Oil”: ….es Bonzo !!! Si a alguno le quedaba duda de quien era el padre de esta criatura, creo que ya no le queda ninguna. Su sonido empieza a ser ya un referente (si no lo era ya) en la escena rockera, y a todo grupo de Primera División que se precie le gustaría tenerlo aporreando los parches. Espectacular. 

De Andrew Watt poco podemos decir, se limita a cumplir con la guitarra, y poco más. Nada de pirotecnia guitarrera, o solos vertiginosos. Creo que a este grupo le hacía falta un guitarrista para poder montarlo, y ya está. Nada del otro mundo. Por cierto, parece ser que el hombre que puso en contacto a Hughes con Watt fue el hijo de John Lennon, Julian.

Los temas, muy en la onda Black Country Communion pero… no sé… con más vida, más sugerentes, más frescos. Por supuesto se nota la presencia de Zeppelin en muchos de ellos, no tanto la de la otra nave nodriza,  Deep Purple. The Who también andan por allí. Como ya he dicho, a Hughes se le ve revitalizado, con ganas, y esas ganas se reflejan en las composiciones. No hay repetición en los temas, cada canción es una historia musical distinta. Suenan frescas. Mis favoritas: la ya mencionada “Midnight Oil”, el single, “Sweet Tea”, y el cierre con “Breathe”, todos temas de muchísima calidad.

Queda ver si este proyecto tendrá continuidad, o se queda en un experimento. Aunque yo preferiría un guitarrista con mayor personalidad y presencia, alguien que dominara los tempos clásicos, pero que al mismo tiempo aportara un poco más de garra al proyecto. Watt se me queda un poco soso para este asunto. 
Mientras se despeja la incógnita, vamos a disfrutar con este trabajo, que apunta a ser uno de los mejores del año. Pero, tito Glenn… algunos queremos más.

Ritchie Moreno



Comentarios

  1. Los que queríamos una reunión del Mark III ahora casi que ni se nos pasa por la cabeza viendo a Hughes y a Coverdale.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario