Esta primera parte del 2014 nos está dejando discazos como la copa de un pino amigos. Lo nuevo de Robben Ford está destinado seguramente a estar entre los discos destacados del año y no me refiero a su estilo, el Blues Rock específicamente.
El músico de California se va como el que va de picnic a una de las ciudades más musicales del mundo (Nashville) donde le esperan con sus artefactos sonoros como si fuesen cestas repletas de comida convertidas en instrumentos el fenomenal guitarrista de los Black Crowes Audley Freed, el bajista Brian Allen, el batería de Sting Wes Little, Ricky Peterson a los teclados y el trombonista Barry Green.
Las viandas que nos ofrece Ford y sus compinches son extraordinarios manjares de Rhythm and Blues, Blues Rock empaquetado con ese fino cordel llamado Jazz y que solo está al alcance de unos pocos/muchos músicos sobrados de talento como Robben Ford.
"A Day in Nashville" es un disco puramente clásico para todo buen amante de la música más pura, auténtica y tradicional de algunos de los rincones más musicales de USA. Y Nashville es la ciudad perfecta para que el Blues añejo de la inicial "Green Grass, Rain Water" suene de forma primorosa.
El abolengo de la ciudad del estado de Tennessee impregna cada una de las notas de este gran disco. "Midnight Comes too Soon" o "Ain´t Drinking Beer no More" nos ofrecen momentos mágicos puramente Jazzy´s en los cuales la guitarra de de Ford combate a muerte con el trombón de Barry Green, llevándonos de paseo a los años 50, la música "Crooner", el "Cine Negro"...
"Top Down Blues" sigue ese marchamo de Blues "tranqui" y "Smooth Jazz" en un instrumental memorable con el órgano Hammond dando la nota ( nunca mejor dicho).
Y así hasta completar las nueve canciones de un día que puede ser cualquiera en Nashville cada vez que pinches este pedazo de álbum.
General Custer "Rides Again"!!
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